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La leucemia aguda es un padecimiento multifactorial de inicio rápido en adultos y aunque es incurable se controla, lo que permite en algunos casos lograr una supervivencia a mediano o largo plazo, manifestó Evelia Sánchez Cortés, especialista del servicio de Hematología y encargada de la Clínica de Leucemia Aguda del Centro Médico Nacional (CMN) La Raza, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Este tipo de leucemia se origina por la producción anormal en la médula ósea de células cancerosas denominadas blastos, las cuales reemplazan a las células hematopoyéticas normales (responsables de formar todas las células y derivados celulares que circulan por la sangre) y provocan alteraciones severas en la salud de todo el organismo, añadió la especialista.
De acuerdo con Sánchez Cortés, existen dos clases de leucemia aguda en adultos y se dan en proporción de uno a uno: la linfoblástica, la más agresiva y de peor pronóstico, que afecta directamente a los linfocitos, y la mieloblástica, cuya alteración se encuentra en las células mieloides.
Añadió que ambos tipos son de inicio rápido, pues cuando se diagnostica con base en las manifestaciones, el paciente no tiene más de 20 días de haber desarrollado la enfermedad. Los síntomas pueden ser variables y similares en los dos tipos: anemia, infecciones, dolor óseo y hemorragias que van desde puntitos rojos en la piel o moretones, hasta sangrado por nariz y la cavidad oral, entre otros.
El cuadro se complementa con fiebre, porque las células de defensa se encuentran abatidas y por ello aparecen infecciones en cualquier nivel del organismo que provocan complicaciones severas en una primera etapa.
La hematóloga indicó que la terapia médica en el IMSS para la leucemia aguda en adultos consiste en estudiar detenidamente al paciente para conocer su pronóstico, de acuerdo con sus datos de riesgo y planear el tratamiento con base en quimioterapia, terapia blanco o trasplante de médula ósea.
La quimioterapia, señaló, es la aplicación de medicamentos para controlar la clona leucémica, aunque no se dirige específicamente contra las células del cáncer; es decir, no es selectiva de las células neoplásicas, sino que ataca todas las células, lo que provoca que el paciente entre en un estado de gravedad y sea propenso a infecciones.
La terapia blanco, que desde hace ocho años se aplica en el Seguro Social, va dirigida exclusivamente contra la célula cancerosa y no produce efectos adversos en otros órganos. Gracias a este tratamiento se ha mejorado los pronósticos e incrementado los tiempos de supervivencia, manifestó Sánchez Cortés.
Si el paciente es joven, desde el diagnóstico se hace la investigación para que en caso de que tenga hermanos, se estudie a éstos para conocer si son idénticos y realizar un trasplante de médula ósea, procedimiento que brinda mayor tiempo de supervivencia libre de la enfermedad, señaló.
Añadió que después de los 50 años de edad, la posibilidad de trasplante no existe, porque las complicaciones asociadas a estas edades son muy altas; sin embargo, se puede aplicar quimioterapia o terapia blanco en caso necesario.
De acuerdo con la hematóloga, en los últimos 20 años se han registrado avances exitosos en el tratamiento de la leucemia, no sólo por la tecnología sino por los nuevos medicamentos quimioterápicos, esquemas antimicrobianos y antimicóticos que permiten atacar oportunamente las complicaciones infecciosas.
Una de las innovaciones tecnológicas son las máquinas de aféresis, separadoras de células que posibilitan transfundir plaquetas directamente a los pacientes de un solo donador, lo que sería equivalente a la transfusión de 10 donadores. La mayoría de la veces estas donaciones oportunas evitan que el paciente pueda tener hemorragias que pongan en peligro su vida, concluyó.
