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Fuente: Secretaría de Salud
México D.F., 29 de enero.- Las enfermedades hematológicas representan un importante problema de salud pública en nuestro país ya que cada año mueren alrededor de seis mil personas a causa de leucemia u otras enfermedades de la sangre, indican datos del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, Salvador Zubirán, de la Secretaría de Salud.
Gracias al transplante de médula ósea, pacientes con leucemia u otro tipo de padecimientos hematológicos pueden ser curados con tasas de éxito variables entre el 40 y el 90% de los casos, dependiendo de la enfermedad y de la etapa de la misma.
Estas enfermedades surgen cuando la medula ósea, responsable de la producción de la sangre, sufre transformaciones malignas que degeneran en el desarrollo de leucemias agudas y crónicas, síndrome mielodisplásico o anemia aplástica, entre otros padecimientos.
Para realizar un transplante de médula ósea es necesario tener un donador genéticamente similar al paciente, generalmente los hermanos; sin embargo, se utilizan células progenitoras de la sangre del cordón umbilical como fuente alternativa para el tratamiento de dichos padecimientos.
El Coordinador del Programa de Transplantes de Médula Ósea del Departamento de Hematología y Oncología, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, Salvador Zubirán, de la Secretaría de Salud, Eucario León Rodríguez, dijo que las células madre provenientes del cordón umbilical empezaron a transplantarse en 1988 en el extranjero y desde entonces se han realizado más de 10 mil tratamientos al rededor del mundo.
Explicó que este método es una alternativa efectiva para combatir la leucemia cuando no se cuenta con un donador de médula ósea que sea compatible con el paciente, en este caso las células de cordón umbilical permite flexibilidad hasta en un 65% en la afinidad de características, con resultados exitosos.
Para ser donadora de cordón umbilical sólo se requiere llenar un formulario de consentimiento y se le proporcionará un estuche de recolección de sangre, el cual debe llevar al hospital el día del parto y entregarlo al ginecólogo para que haga la toma.
