Las personas pueden sobrevivir semanas sin comida y días sin agua. Sin embargo, la pérdida de sangre puede ser fatal en solo cinco minutos. Por ello, los paramédicos, los centros de atención y otros encargados de salvar vidas, necesitan acceso las 24 horas del día y los siete días de la semana a los suministros de sangre limpia, por lo que los bancos de sangre deben poder suministrar unidades para los diferentes grupos sanguíneos.
Aun así, la demanda de sangre y plasma supera crónicamente las donaciones, y la escasez aguda de donantes amenaza con una crisis de salud a largo plazo. Tras la caída del 20% de las donaciones en América Latina, diferentes organizaciones han señalado la importancia de aumentar esta cifra y lograr que el 100% de las donaciones de sangre y componentes sanguíneos provengan de donantes voluntarios y regulares.
Aunado a la falta de donaciones, existen otras razones por las que la sangre puede desecharse antes de que pueda distribuirse a un paciente que la necesita:
- Muestra descalificada
- Manejo inadecuado
- Almacenamiento inadecuado
- Registros y rotación inadecuados
Cada uno de estos puede evitarse si se implementan los procesos y tecnologías adecuados para garantizar una evaluación cuidadosa de los donantes y una estrecha supervisión de los productos sanguíneos a medida que pasan del punto de recolección al laboratorio, luego al banco de sangre y, finalmente, al punto de transfusión. Zebra Technologies, empresa líder en soluciones tecnológicas innovadoras para diversos sectores, ha analizado cuales son las soluciones que la cadena de suministro necesita para aprovechar los pocos recursos sanguíneos que hay actualmente.
La preservación de sangre comienza en el momento de la donación
Durante años, se ha hablado con flebotomistas, médicos y administradores de atención médica sobre la importancia de etiquetar correctamente un vial de sangre en el punto de atención. Si la etiqueta contiene información incorrecta, se coloca una etiqueta en el vial incorrecto o falta una etiqueta por completo, el laboratorio rechazará esa sangre. Parte del proceso de prueba y aceptación de la donación es correlacionar la sangre con el historial correcto del paciente.
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Mediante la implementación de impresoras de etiquetas de código de barras y computadoras móviles que permitan el acceso al registro de salud electrónico (EHR) de un paciente y/o identificación positiva del paciente (PPID), se puede garantizar el correcto manejo de las donaciones. Además, cuando los técnicos de laboratorio reciben viales de sangre debidamente etiquetados, el proceso de prueba y aceptación se vuelve veloz, dando como resultado una cadena de suministros eficaz.
Mantener la responsabilidad y el cumplimiento
Siempre existe el riesgo de pérdida del suministro de sangre debido a retrasos en el procesamiento o las transferencias. Si una bolsa de sangre se deja desatendida o se expone a temperaturas que podrían comprometer la seguridad y la calidad, alguien cuestionará la eficacia continua de la unidad. Y si hay alguna duda sobre la viabilidad de la sangre, es muy posible que se vuelva inutilizable y se desperdicie. Sin embargo, cuanto más podamos automatizar la trazabilidad, más fácil será evitar errores que harían inservible la sangre. Además, las transfusiones de sangre se consideran tratamientos médicos y cualquier cosa que comprometa la precisión de los resultados de laboratorio o la identificación de la sangre podría aumentar el riesgo de un tratamiento ineficaz y los costos asociados tanto para el paciente como para el proveedor de atención médica.
“Debemos crear sistemas de recolección, prueba, procesamiento, almacenamiento, distribución y administración seguros y confiables, lo cual se puede lograr mediante sistemas electrónicos que aseguren que el componente sanguíneo y la cantidad de unidades correctos lleguen al lugar indicado en el momento oportuno cuando se confirme la necesidad de un paciente”, señaló Andrés Ávila, Gerente de Mercadotecnia para el sector salud de Zebra Technologies.
La única forma de asegurar que la sangre esté disponible cada segundo del día para los pacientes es garantizar que la sangre correcta coincida con el paciente desde la primera hasta la última milla. La combinación cruzada de las etiquetas de las bolsas de sangre con las etiquetas de los frigoríficos o las pulseras de los pacientes infunde confianza de que la persona adecuada está recibiendo el componente sanguíneo correcto.
Hoy en día es necesario garantizar que todas las donaciones de sangre recibidas y aceptadas en todo el mundo se manejen, almacenen y distribuyan adecuadamente y que todos los pacientes que necesiten sangre puedan recibirla.
DZ
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