Linfoma, un tipo de cáncer que responde favorablemente si se trata a tiempo

Los linfomas son un tipo de cáncer de la sangre (hematológico) que si se tratan de manera oportuna pueden responder favorablemente afirma Ángel Gómez Villanueva, oncólogo del Hospital General Regional 251 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el Estado de México Poniente.

“Este padecimiento, se conoce como linfoma porque es una neoplasia derivada de los linfocitos; glóbulos blancos producidos en la médula ósea junto con los glóbulos rojos y células plasmáticas, no se sabe el porqué estas células se reproducen de manera desordenada y se vuelven muy difíciles de eliminar, formando tumores que se alojan en los ganglios del organismo”, comenta el oncólogo.

Existen dos tipos de linfomas: los Hodgkin y los no-Hodgkin; el primero resulta un poco más benigno, se presenta como un conglomerado de pequeños nódulos que asemeja un racimo de uvas. El segundo es un ganglio muy crecido que tiene el tamaño de una ciruela y tiene un mayor grado de agresividad, explica el especialista.

Este padecimiento no causa dolor y aunque pueda haber ganglios crecidos, no tienen relación con ninguna infección ni alergia, explicó. Posterior a su aparición, empiezan a crecer de forma anormal, hasta de diez centímetros de diámetro y dependiendo de su agresividad, es como se manifiestan clínicamente, por ello es que se vuelve difícil detectarlos de manera oportuna.

Gómez Villanueva añadió que en el cuadro clínico característico de los linfomas hay fiebre que suele aparecer por las tardes o noches, seguida por diaforesis (sudoración profusa) es decir, se suda en el cuello o en la cabeza y cuando está más avanzado está el linfoma, hay pérdida de peso.

Ante estos síntomas es imprescindible realizar una biopsia para descartar o corroborar la existencia de linfoma y confirmar con otros estudios el diagnóstico, pues el linfoma, al igual que la leucemia, al correr por la sangre, puede estar en cualquier sitio del organismo.

El lugar de predilección del Hodgkin es cuello, axilas y mediastino (parte anterior del tórax), y únicamente es visible mediante radiografía, aunque el paciente tiene dificultad para respirar y tos irritativa. En el no-Hodgkins hay una clasificación que abarca más de 50 tipos de este linfoma que van desde el grado de agresividad bajo hasta el muy agresivo, que determinan pronóstico y tratamiento, añadió el especialista.

En el Instituto Mexicano del Seguro Social se cuenta con anticuerpos monoclonales o terapia blanco, parte de la quimioterapia que no es citotóxica porque no destruye células buenas y malas; sólo está dirigida a las malignas y, por tanto, no provoca pérdida de pelo, vómitos, náusea, pigmentación de uñas, entre otras consecuencias, sostuvo el oncólogo.

Los linfomas no se curan, pero sí se pueden controlar, ya que son neoplasias hematológicas altamente sensibles a la quimio y radio terapia; es decir, responden muy bien a estos tratamientos, por lo cual el Doctor Gómez Villanueva, recomienda a los derechohabientes que estén muy atentos ante cualquier anormalidad que pueda indicar la presencia del linforma y lo hagan saber a su médico ya que ante cualquier tipo de cáncer, el tratamiento oportuno incrementa la expectativa de mejora en los pacientes.

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Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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