Cerca de 90 por ciento de los pacientes con cáncer que reciben tratamiento a base de quimioterapia tienen riesgo de presentar emesis -náusea y vómito como efecto secundario-, sin embargo, si el oncólogo recomienda una terapia de soporte adecuada tendrán 90 por ciento de probabilidades de evitar estos efectos adversos, aseguró Omar Macedo Pérez, especialista del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).
El experto recordó que el cáncer es una enfermedad crónica que desde 2007 es la principal causa de muerte en el mundo. Uno de los tratamientos más recurrentes para combatir este padecimiento es la quimioterapia, misma que puede causar efectos secundarios como náusea, vómito, anemia, caída del cabello, afectaciones bucales, alteraciones pulmonares, renales o cardiacas.
Macedo Pérez puntualizó que la emesis -término clínico para referirse a la náusea y vómito inducidos por la quimioterapia- afecta principalmente a jóvenes, mujeres y a personas con estrés, depresión, que consuman alcohol o que no tengan una alimentación adecuada.
Indicó que la emesis es la complicación más frecuente por quimioterapia y además es uno de los principales motivos que orillan al paciente a abandonar el tratamiento.
Puntualizó que de acuerdo a los tipos de quimioterapias existen cuatro grados de riesgo de presentar emesis: alto, con 90 por ciento de probabilidades; moderado, que va de 30 a 90; bajo de 10 a 30 y mínimo que representa menos de 10 por ciento de posibilidades.
“Sólo 10 por ciento tienen un riesgo mínimo, lo que significa que 90 por ciento tienen probabilidades de presentar emesis”.
El oncólogo del Incan informó que entre 60 y 80 por ciento de los pacientes con cáncer reciben quimioterapias con alto y moderado riesgo de emesis. Colocó al cáncer de mama en este rango.
Agregó que la emesis puede ser aguda o tardía según el tiempo que tarda en presentar síntomas. Explicó que en la primera, las náuseas y vómito aparecen en las primeras 24 horas posteriores al inicio de la quimioterapia, en tanto que para la segunda los efectos adversos se registran después de dos días. Expuso que de 90 a 95 por ciento de los pacientes muestran este efecto secundario los primeros cinco días.
“El papel del oncólogo médico es dar terapias que prevengan la emesis. Evitar efectos secundarios de la quimioterapia es responsabilidad de los oncólogos”, enfatizó el especialista del Incan.
Sólo 20 por ciento de los oncólogos en México se apega a las guías contra emesis
Por su parte, Alejandro Juárez Ramiro, especialista en oncología médica subrayó la importancia de proporcionar al paciente una terapia de soporte o antiemética durante el tratamiento contra el cáncer. Estimó que sólo 20 por ciento de los oncólogos en México emplea las recomendaciones de las guías internacionales para eliminar la emesis.
Advirtió que si un oncólogo no ofrece una terapia de soporte contra emesis, el paciente podría acarrear complicaciones como la deshidratación originada por el vómito, afectación que dijo podría requerir de hospitalización.
Juárez Ramiro detalló que las terapias antieméticas son individuales, pues dependen de las características del paciente y el tipo de fármacos empleados durante la quimioterapia.
Según las guías de tratamiento de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO por sus siglas en inglés), el tratamiento de apoyo para prevenir la emesis se basa en tres fármacos: antagonistas de 5-HT, dexametasona y antagonistas del receptor de neurocinina 1 (NK1).
De acuerdo con informes de Globocan; proyecto de la Organización Mundial de la Salud, en 2008 se registraron 12.6 millones de nuevos casos de cáncer de todo tipo en el mundo, de los cuales 127 mil se presentaron en México.