El área de cardiología del Hospital General Regional Nº 220, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Delegación Estado de México Poniente; da a conocer que hasta tres por ciento de la población infantil presenta padecimientos cardiacos, especialmente los denominados soplos del corazón.
Generalmente los niños son los más vulnerables a padecer este tipo de problemas de salud desde la exploración física se puede deducir si se trata de un soplo inocente o funcional; o bien si ya es portador de una cardiopatía congénita, lo cual se define a través de pruebas como electrocardiogramas, placas torácicas y ecocardiogramas.
Una vez que al menor se le ha detectado una cardiopatía, es necesario que realice visitas periódicas al cardiólogo, para que le indique los cuidados que debe seguir para contrarrestar el padecimiento y llevar una vida normal. El tratamiento puede variar dependiendo el caso, ya sea mediante la toma de medicamentos o incluso a través de una intervención quirúrgica que permita corregir la malformación congénita.
Un soplo cardiaco, se define como un ruido diferente a los sonidos cardiacos que normalmente escucha el médico y se les conoce como tonos o ruidos cardíacos anormales, pero en realidad son sonidos silbantes o ásperos ocasionados por un flujo sanguíneo turbulento, a través de las válvulas cardíacas o aquellas que se encuentran cerca al corazón.
Los soplos tienen diferentes causas, como: válvulas cardíacas defectuosas, orificios en las paredes del corazón -defecto del tabique auricular o ventricular –cirugía reparadora de defectos cardiacos congénitos, así como enfermedades tales como la anemia.
Hay quienes piensan que las cardiopatías congénitas son heredadas por parte de los progenitores, sin embargo no es una regla, porque existen casos en que ninguno de los familiares presenta problemas del corazón; por lo general estas enfermedades corresponden a malformaciones del corazón resultantes de un desarrollo embrionario alterado.
Cuando el pequeño presenta un soplo inocente, debe tener seguimiento por parte del cardiólogo, ya que de no ser así muchas veces se convierten en cardiopatías complejas, y es que por lo regular el niño afectado cumple con el peso y talla normal, lo único en que varía son las características de los ruidos cardiacos.
Conforme los niños van creciendo y desarrollándose, el sonido anormal puede desaparecer, siempre y cuando se haya dado un seguimiento oportuno y se haya llevado el tratamiento pertinente, por ello es importante que desde pequeños, los niños acudan a revisión con su médico familiar, así se detectarán y tratarán a tiempo enfermedades que puedan afectarlos en su vida adulta.