La hemofilia es una enfermedad originada por un desorden genético, el cual, no permite una adecuada coagulación de la sangre; es incurable pero da la posibilidad a quien la padece de llevar una vida normal y duradera si aplica algunas medidas preventivas, refieren especialistas del Hospital General Regional (HGR) No. 220, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Estado de México Poniente.
Mencionan que este tipo de padecimiento no es muy común, normalmente es una enfermedad de carácter hereditario que afecta exclusivamente a los hombres; mientras que la mujer solo es portadora. Esto se debe, a deficiencias en el cromosoma sexual masculino (X) que se conoce como Factor VIII o Factor IX, cuyo porcentaje de disminución determina el grado de la enfermedad entre leve, moderada y severa.
La hemofilia se presenta a manera de sangrados exagerados que no concuerdan con la intensidad del traumatismo sufrido por la persona (sangrados alarmantes), y pueden ocurrir en articulaciones (hemartrosis) aunque también suelen manifestarse como hematomas muy pronunciados en diferentes partes.
Es importante mencionar que cuando la mujer es portadora de este padecimiento, la probabilidad de que un hijo varón la adquiera es de aproximadamente un 50 por ciento, e igualmente si una niña hereda el gen de la hemofilia ya sea de la madre o el padre, será portadora de la enfermedad, aunque no le afecte durante su vida.
La mayoría de las portadoras no tienen síntomas, ya que algunas por lo general tienen tendencia a desarrollar moretones o en dado caso podrían tener perdida excesiva de sangre durante sus periodos menstruales, cirugías, accidentes o tratamiento dental.
Para diagnosticar este padecimiento, se toman en cuenta los antecedentes familiares y realizando pruebas sanguíneas a raíz de síntomas de falta de coagulación y se confirma al establecer la disminución de los factores VIII o IX antes señalados.
Entre otras cosas, este tipo de enfermedad puede detectarse desde los primeros días de nacido; manifestando moretones en la piel sin causa alguna, hinchazón de las rodillas al gatear o sangrados sin razón de forma interna en articulaciones o externa por fosas, y de no ser tratada a tiempo puede ocasionar hemorragias en órganos vitales, sobre todo en el sistema nervioso, pulmonar o digestivo, ocasionando la muerte.
Las hemorragias cuando se encuentran en etapa leve o moderada, pueden pasar desapercibidas, presentándose como epistaxis (sangrado de fosas nasales) gingivorragias (hemorragia a nivel de las encías) o moretones; sin embargo con el paso del tiempo, en la edad adulta (más de 20 años) se pueden manifestar de manera más severa.
Los pacientes hemofílicos deben ser cuidadosos y en lo posible evitar la práctica de deportes de contacto y realizar actividad física moderada que permita mantener flexibilidad en músculos y articulaciones. Entre los deportes recomendados a pacientes con hemofilia se encuentran la natación y bicicleta estacionaria.
En caso de que se una persona con hemofilia llegue a sufrir una hemorragia, se recomienda nunca administrarse aspirinas, ya que prolongan el sangrado, tampoco dar masajes, aplicar inyecciones intramusculares ni enyesar completamente en caso de fracturas; sin embargo ante esta situación, se recomienda acudir de inmediato al servicio de urgencias médicas, donde se cuenta con el personal capacitado para controlar este tipo de problemas.