El tabaquismo es sin duda la principal causa de mortalidad prevenible, para la Organización Mundial de la Salud, el consumo de tabaco en todas sus formas representa uno de los principales problemas de salud pública a nivel mundial.
Mientras que en Estados Unidos y Europa parece consolidarse una tendencia a la disminución del tabaquismo entre los hombres, puede observarse un progresivo incremento del tabaquismo entre las mujeres, especialmente entre las más jóvenes. Desafortunadamente, este aumento en el número de fumadoras también se presenta en los países en vías de desarrollo como el nuestro. Es de esperarse que a los 300 millones de fumadoras que actualmente existen en el mundo se sume un número considerable en el futuro cercano.
En México se sabe que el tabaquismo es el responsable de 165 muertes cada día, debido a enfermedades que se asocian con el consumo de tabaco. El tabaquismo tiene un importante impacto sobre la salud de la mujer, en las fumadoras se presenta una reducción de la fertilidad y fecundabilidad. Algunos estudios sugieren que los compuestos del humo de tabaco incrementan el riesgo de tener alteraciones en los ciclos menstruales (ciclos anovulatorios, por ejemplo). Asimismo se ha sugerido un efecto antiestrogénico para algunos componentes del humo de tabaco. En mujeres fumadoras se presenta un aumento de las alteraciones en el funcionamiento de las Trompas de Falopio, lo que se refleja en un incremento del riesgo de presentar embarazos ectópicos y abortos espontáneos. Asimismo, se observa un mayor número de infecciones en el aparato reproductor de las consumidoras de tabaco.
Fumar durante el embarazo es uno de los peligros más importantes para la salud de la madre y del producto, ya que propicia un aumento del riesgo de aparición de los siguientes trastornos:
Primer Trimestre: La madre tiene posibilidades de perder al bebé, pues puede sufrir un embarazo ectópico o un aborto espontáneo. Además aumenta la posibilidad de tener sangrados y más náuseas matutinas. Se trata de una etapa extremadamente importante ya que a partir de dos células se desarrolla un ser humano, por esto pueden presentarse malformaciones congénitas. Algunos estudios epidemiológicos han mostrado un mayor riesgo para fisuras orales (labio y paladar hendido), malformaciones cardiacas (ducto arterioso persistente) y estrabismo en hijos de mujeres que fuman en este periodo.
Segundo Trimestre: Continúa la posibilidad de que la madre sufra un aborto. La formación de los órganos del producto es más lenta de lo normal debido a que la madre inhala nicotina y monóxido de carbono en el humo de tabaco, lo que determina que el feto reciba un menor aporte sanguíneo y lógicamente menor cantidad de oxígeno y nutrientes necesarios para su crecimiento. Se ha observado que la placenta de fumadoras muestra una angiogénesis adaptativa, tal como se presenta en estados de hipoxia crónica o anemia materna, y que al momento del parto su peso es significativamente mayor que la de mujeres no fumadoras.
Tercer Trimestre: Continúa el retraso del crecimiento uterino, puede haber placenta previa, ruptura prematura de membranas, parto prematuro, y aumento de la mortalidad perinatal. No tenemos datos en México, pero en Estados Unidos se calcula que fumar durante el embarazo es responsable de 30% de los bebés con bajo peso, 14% de los partos prematuros y 10% de la mortalidad infantil. Recientemente se ha reportado un incremento de la morbilidad y mortalidad en el feto de fumadoras a consecuencia de procesos trombóticos en la vascularización útero-placentaria, ya que hay un aumento del factor VII:Am de coagulación a partir de la semana 21 del embarazo. Esto también representa un mayor riesgo de trombosis para la embarazada.
Por otra parte, es importante mencionar que la nicotina atraviesa la placenta y llega al sistema nervioso en formación del producto, induciendo una alteración en el número de terminales nicotínicas y una alteración en el sistema dopaminérgico del producto. No se ha comprobado aún pero se tiene la hipótesis de que estos niños al tener en un futuro contacto con drogas como cocaína, heroína, nicotina, etc., serán más susceptibles a ser adictos y este proceso se presentará más rápidamente.
La exposición de los pulmones en desarrollo a la nicotina y otras sustancias tóxicas del humo de tabaco, determina una reducción de su función durante la infancia.
El riesgo de síndrome de muerte súbita del infante o síndrome de muerte en la cuna se incrementa hasta 30 veces en los hijos de mujeres que fumaron durante el embarazo y fuman en contacto con el niño recién nacido.
Se puede concluir que un bebé en formación, expuesto a los tóxicos resultantes de la combustión del tabaco, es la peor forma de tabaquismo pasivo o involuntario, con un alto precio en términos de salud y calidad de vida.
Efectos del tabaquismo en hijos de madres fumadoras- Los hijos de fumadoras, sea que fumaron durante el embarazo o que una vez que nace el niño lo transforman en fumador pasivo o involuntario, presentan un incremento en el riesgo de las siguientes alteraciones: infecciones respiratorias, síntomas respiratorios (tos, tos con flema, sibilancias), asma, neumonía, bronquitis, disminución de la función pulmonar y otitis.
Asimismo, los hijos de fumadoras presentan con mayor frecuencia desórdenes de la conducta (especialmente hiperactividad y/o déficit de atención) y bajo desempeño escolar. El hecho de que un niño se exponga continuamente a los productos de la combustión del tabaco determina una alteración de la actividad normal del sistema nervioso central. En un estudio realizado en 9000 niños ingleses, se encontró que los niños expuestos al humo de 10 cigarrillos al día eran un centímetro más bajos y presentaban un retraso de entre 3 y 5 meses en su desempeño en lectura, matemáticas y habilidades generales con respecto a los hijos de no fumadoras.
Se han publicado múltiples estudios sobre la posible relación entre la exposición prenatal tanto al tabaquismo activo como al pasivo de la madre y la exposición postnatal al humo de tabaco, y el aumento de cáncer en niños. Especialmente parecen estar relacionados los tumores cerebrales y algunas formas de leucemia y linfomas, si bien todavía los resultados no son concluyentes. Además, se ha comprobado que tanto el feto en desarrollo como los recién nacidos son especialmente susceptibles a las sustancias productoras de cáncer que se encuentran en el humo de tabaco.
Ante las evidencias crecientes de los efectos del tabaquismo en la salud y calidad de vida de las mujeres así como de sus hijos, resulta urgente actuar tanto en estrategias de prevención como de tratamiento. Todos tenemos algo que hacer en la lucha contra el tabaquismo y el embarazo es un momento ideal para liberarse de esta adicción. Si planeas embarazarte o está embarazada y eres fumadora busca ayuda profesional para dejar de fumar y tener un embarazo sin riesgos. El tener un bebé sano en los brazos bien vale la pena….
Mayores informes sobre el tratamiento del tabaquismo al correo electrónico [email protected]
Dra. Guadalupe Ponciano Rodríguez
Coordinadora del Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo
Facultad de Medicina, UNAM