Entre los principales productos comercializados por CIMAB S.A., representante exclusivo del Centro de Inmunología Molecular (CIM), se encuentran algunos anticuerpos monoclonales y vacunas terapéuticas para el tratamiento del cáncer.
Con casi dos décadas de existencia, esta empresa que presenta sus productos en la XXIX Feria Internacional de La Habana (FIHAV 2011), es considerada una fuente importante de exportaciones en Cuba.
En los inicios fue la Eritropoyetina Humana Recombinante, una glicoproteína indicada para el tratamiento de la anemia por diferentes causas como puede ser la insuficiencia renal crónica o el sida, el compuesto más cotizado en esta casa comercial, aseguró a Prensa Latina, Norkis Arteaga, gerente general de CIMAB S.A.
Sin embargo, ya en la actualidad son cuatro los biológicos que se distribuyen con gran impacto en más de 30 naciones, aseveró.
Uno de ellos es el CIMAher, nombre comercial del anticuerpo monoclonal Nimotuzumab, inmunoglobulina humanizada producida en el CIM, que ha demostrado un potente efecto anti-angiogénico, y se indica en combinación con radioterapia en el tratamiento de tumores de cabeza y cuello en estadios avanzados, explicó.
Este compuesto está registrado en 26 países de América Latina, Medio Oriente y Asia, y se encuentra en trámites de registro en igual cantidad de naciones, resaltó.
Otro producto muy solicitado actualmente es el CimaVax-EGF, una vacuna terapéutica para el tratamiento del cáncer de pulmón de células no pequeñas en fases avanzadas, explicó Arteaga.
Se trata de la primera vacuna contra este tipo de neoplasia inscrita en el mundo, y ha sido patentada en Cuba, Canadá, Estados Unidos, Japón y Suráfrica, entre otros países, destacó.
Otros biológicos contra diversos tipos de cáncer – mamas, cervix uterino, colorectal- y enfermedades como la artritis reumatoide se encuentran en diferentes etapas de estudio en el CIM, afirmó la especialista.
Calidad, seguridad y eficacia de los productos desarrollados, junto a una gestión comercial exitosa avalan a esta compañía, que tiene el privilegio de impulsar los logros de la biotecnología cubana hacia un complejo mercado controlado por grandes transnacionales capitalistas, ratificó Arteaga.