Por falta de información, los pacientes pueden acudir hasta un año después de que inició la enfermedad, sobre todo, por considerar que la inflamación que tienen es causada por las bajas temperaturas del invierno.
México D.F., diciembre de 2007.- Durante la época invernal son comunes las enfermedades respiratorias, principalmente las relacionadas a la inflamación de los ganglios en la zona de boca y garganta. Es importante acudir al médico si la hichazón y el dolor persisten en esta área del cuerpo por más de dos semanas, ya que podría tratarse de un cáncer linfático. Con un tratamiento adecuado y oportuno, se evitarán complicaciones que incluso podrían llevar a la muerte.
La especialista dijo que también es importante poner atención si hay un crecimiento no habitual en la faringe, aunado a fiebre vespertina y nocturna, pérdida de peso, y sudoraciones. %u201CA veces se pasan por alto esos síntomas. Las personas piensan que no es nada grave y acuden al médico general a que les recete analgésicos. Puede pasar hasta un año para que detecten el cáncer linfático y cuando los examina el especialista, la enfermedad está ya muy avanzada%u201D, señala la Dra. Zaragoza, quien también es hematóloga del Hospital Central de Chihuahua.
Según el registro Hospitalario de Cáncer 2007, del Instituto Nacional de Cancerología (INCAN), los linfomas ocupan un lugar predominante entre las 10 principales enfermedades cancerígenas en la población mexicana y se estima que cada año 7 mil mexicanos adquieren esta enfermedad, que en su forma más agresiva puede terminar con la vida de una persona en seis meses.
La Dra. Alva Zaragoza enfatizó que %u201Ceste tipo de cáncer es curable, siempre y cuando haya un tratamiento oportuno como puede ser con quimioterapia, radioterapia y sólo en algunos casos, trasplante de médula ósea%u201D, señaló.
%u201CAunque para ofrecer al paciente una mejor calidad de vida, han cobrado importancia las terapias de apoyo como Rituximab, un anticuerpo que usa las defensas del organismo humano para atacar al agente cancerígeno. Mejora significativamente la sobrevida de los pacientes y se convierte en un tratamiento de primera línea, independientemente de la quimioterapia que se utilice%u201D, apuntó la Dra. Zaragoza.