Por Víctor García Camacho
México, D. F., 12 de enero (LaSalud.com.mx).- La neurocirugía aparece siempre como una disciplina sumamente compleja ante los ojos de la gente, y no es para menos, ocuparse de los padecimientos que afectan al cerebro y al sistema nervioso no es algo fácil. Años de especialización, práctica y constante estudio están detrás de cada neurocirujano.
Afortunadamente, en México el nivel de esta rama de la medicina es muy alto, muestra de ello es el servicio de Neurocirugía del Hospital “20 de Noviembre” del ISSSTE, donde la neurocirugía ha podido ayudar a gente con diversas enfermedades. En entrevista con LaSalud.com.mx, el doctor Armando González Vázquez, jefe de dicho servicio, dio a conocer datos muy interesantes acerca del origen de las enfermedades neurológicas; por ejemplo, que varios casos podrían estar relacionados con una mala atención en el parto.
¿Cómo está conformado el servicio de Neurocirugía del Hospital 20 de Noviembre?
El servicio está conformado por los módulos de Padecimientos Neoplásicos o Neurooncología a cargo del doctor Cuauhtémoc Gil-Ortiz; de Columna, encabezado por el doctor Ramírez Díaz; de Cirugía Cerebrovascular, acargo del doctor Antonio Zárate Méndez; el área de Estereotaxia y Cirugía Funcional (donde cae el tratamiento de padecimientos como la epilepsia y el Parkinson), que está bajo la responsabilidad de los doctores Vicente Ramírez Castañeda y Manuel Hernández Salazar. También contamos con un módulo de padecimientos neuroquirúrgicos en los niños; otro está dedicado exclusivamente a los tumores hipofisiarios, que es la segunda causa de ingreso de pacientes.
Me gustaría agregar que dentro del módulo de Cirugía Funcional se maneja la especialidad de neuropsicología, que trata problemas como la agresividad y recientemente la anorexia.
Las decisiones para intervenir quirúrgicamente en este tipo de padecimientos se toman de manera colegiada por medio de un comité multidisciplinario que evalúa los casos. El comité está integrado por especialistas en psiquiatría, neuropsicología, neurología, neurofisiología, patología y en algunos casos, radioterapeutas, es entonces cuando hablamos de radiocirugía.
Sin embargo, el término radiocirugía está mal empleado, porque no siempre se hacen incisiones. Seguramente han escuchado hablar del “gamma knife”, bueno, pues aquí hacemos algo similar, sólo que usamos un acelerador lineal, pues es más rentable para la institución.
¿Cuál es su función como jefe del servicio de neurocirugía?
Mi función es coordinar los diferentes módulos, formo parte de todos los comités, no estoy inscrito en uno en especial. Yo soy quien distribuye los tiempos de cirugía y a los pacientes de acuerdo con su patología. Recibo la solicitud de atención, que puede estar solicitada de cualquier parte de la República, la reviso y la envío al especialista correspondiente.
¿Cuál es el módulo que más pacientes recibe?
El de problemas de columna, luego siguen los pacientes de tumores hipofisiarios, después los pacientes con tumores cerebrales en general. ¿Por qué pacientes hablamos en especial de los problemas hipofisiarios?, pues porque ellos requieren también un tratamiento muy cercano con la endocrinología, de hecho, el diagnóstico suelen hacerlo primero los endocrinólogos, pues los pacientes inician su enfermedad con algún trastorno de este tipo.
¿Cuáles son esas enfermedades que comienzan con trastornos endocrinológicos?
Los tumores hipofisiarios también se llaman adenomas hipofisiarios, Uno de los padecimientos frecuentes es la acromegalia, es decir, las personas que son muy altas antes de terminar la pubertad, y que al término de ella experimentan un crecimiento anormal de las partes vitales, como las manos y la cara.
En la mujer se presentan alteraciones en la menstruación como la amenorrea, y de secreción en las glándulas mamarias (lactorrea) aún cuando son púberes, estos problemas con frecuencia se deben a un adenoma hipofisiario, el cual no tiene que ser muy grande, pues hay lo que llamamos “microadenomas”, pero que son tumores funcionales.
Entonces, el alcance de las enfermedades neurológicas es más amplio de lo que se piensa…
Sí, porque además de los tumores hipofisiarios hay enfermedades como la de Kushin, que es una alteración de tipo hormonal, o la enfermedad de Nelson, que es un problema de hiperpigmentación, ambos son generados por problemas en la hipófisis, por eso es que esta estructura tiene un apartado especial en la neurocirugía.
De todas las cirugías neurológicas que se practican en el hospital, ¿cuál es la que mejor nivel tiene en comparación con lo que se hace en otras parte del mundo?
La estereotaxia, que es el uso de un sistema de coordenadas para localizar lesiones en el cerebro o en la médula. Para realizarla se coloca en la cabeza un anillo graduado que llamamos “marco”, con él puesto, se practica al paciente una resonancia magnética o una tomografía. Las imágenes de los estudios se transmiten a la unidad de estereotaxia, donde se localiza la lesión y se busca el camino más corto para llegar a ella, de este modo se determina el lugar preciso donde se concentrará la radiación, este procedimiento es muy importante, porque la radiación mal dirigida puede dejar secuelas irreversibles, por ejemplo en el nervio óptico o en los centros del habla.
Pero el campo de acción de la neurocirugía no se limita al cerebro…
Dentro del entrenamiento que se da a los neurocirujanos está el tratamiento de los problemas de los principales vasos arteriales y casos de venas que transportan sangre al cerebro, por ejemplo, las obstrucciones de las carótidas o de las arterias vertebrales, además de algunos tumores intracraneales y extracraneales de origen venoso. En ocasiones, estos problemas requieren de la participación de otros especialistas.
¿Es recomendable que una persona se someta a una especie de chequeo neurológico de manera regular?
Sí, porque cuando uno ve la pérdida de pacientes que llegan al área de urgencias con un sangrado intracraneal, por ruptura de una malformación o un aneurisma,y se comienza a escarbar en los antecedentes, encontramos que el paciente “sólo se quejaba de dolor de cabeza” y únicamente tomaba “sus chochos para el dolor”. Pero resulta que un día tienen un episodio de cefalea terrible, con dolor muy intenso, seguido de alteración del estado de alerta e inclusive convulsiones; o puede ser que pase del dolor directamente a la inconciencia, y de la inconciencia puede pasar a la muerte. Esto ocurre cuando hay sangrados masivos.
¿Estos accidentes vasculares son muy frecuentes?
Sí, en la descripción anterior me refería a un accidente vascular de tipo hemorrágico, porque existen los accidentes vasculares que provocan oclusión de algunas arterias y provocan una embolia, con la característica de que en ella, el trombo se desprende de un vaso periférico y llega a una arteria del cerebro tapándola. La trombosis es cuando el coágulo se forma en la arteria misma del cerebro.
¿Hay tratamientos en los que hayan tenido éxito especialmente?
Yo creo que en la mayoría de ellos. Como somos un hospital de concentración, recibimos casos muy complejos, a pesar de ello, a los pacientes les ha ido bien en casi todos los módulos; aquí muchos de los pacientes con problemas de columna llegan prácticamente paralíticos. Tenemos una gran casuística. Me gustaría comentar el caso de una niña de once años que está a punto de ser dada de alta que parecía que tenía un tumor muy cerca del bulbo raquídeo, pero fue operada y se encontró que lo que tenía era una malformaciónn vascular que no se rompió pero comprimió a la médula esa parte de la médula que se une con el bulbo.
La niña llegó con ventilación asistida, porque tenía afectado el centro de donde salen los impulsos para mover el diafragma y no podía respirar por sí misma. Actualmente ya se le quitó la ventilación, estará bajo vigilancia médica y un programa de rehabilitación. Desgraciadamente, cada vez son más frecuentes los tumores cerebrales no benignos en los niños, la causa se desconoce, aunque se ya se están haciendo estudios a nivel genético. Aquí mismo, en el hospital, se está haciendo un estudio genético en el módulo de cerebrovascular, porque se ha descubierto que un cromosoma podría ser el causante de los aneurismas.
Al principio habló de que era posible tratar problemas como la anorexia y la bulimia, los cuales tradicionalmente han sido considerados como problemas psicológicos o incluso psiquiátricos, mediante la neurocirugía ¿esto quiere decir que estos padecimientos han sido mal tratados?
A veces hay tumores en ciertas áreas que pueden llevar a un sujeto a un hospital psiquiátrico. Va a tener que llegar el día en que sea posible ofrecer la opción quirúrgica a este tipo de pacientes. Algunos trastornos de este tipo se pueden generar desde el nacimiento, debido a un parto mal tratado. Hay médicos que se la pasan diciéndole a las mujeres “usted pújele señora”, hasta que se presentan signos de franco sufrimiento fetal y por fin deciden hacer la cesárea, pero el cerebro de esa criatura ya quedó lesionado. Los efectos de la lesión suelen manifestarse hasta la adolescencia, con crisis convulsivas o retraso escolar. Es necesario dar a conocer estos detalles a la gente.
En el caso de los problemas de anorexia y bulimia ya estamos en contacto con una orgnización especializada para ampliar nuestro conocimiento sobre ambas y poder ayudar mejor a los pacientes.
¿Cómo vislumbra la labor del servicio de Neurocirugía a futuro?
Tratamos de hacer las cosas cada vez mejor, no somos un servicio estático, muchos de los jóvenes que están por terminar la especialidad buscan rotaciones en el extranjero en centros altamente especializados. El hospital los ayuda manteniendo su beca.