LaSalud.mx.-La sangre del cordón umbilical es considerada como el depósito más abundante de células con gran potencial regenerativo en aplicaciones clínicas. Más de 5,000 protocolos de investigación se están realizando alrededor del mundo acerca de las células madre derivadas del cordón umbilical y México forma parte de la tendencia en los nuevos estudios con esta terapia celular que llevan a cabo en distintos hospitales del país.
Una de las áreas más prometedoras para la medicina regenerativa es la neurología. Enfermedades como la parálisis cerebral, meningitis, cefalea, enfermedad de Hurler, esclerosis múltiple, alzheimer, embolias y autismo, entre otras, han sido tratadas con terapias que utilizan células madre, explicó la Dra. Consuelo Mancías Guerra, profesora de hematología del servicio de hematología del Hospital Universitario de Monterrey, Nuevo León en el evento ¡Unidos para salvar más vidas! que reunió a médicos especialistas de todo el país. El evento, organizado por las empresas BCU, Cryo-Cell y BSCU, que son los principales bancos de células madre en México, tuvo como objetivo informar a los especialistas y a la población sobre la urgente necesidad de que las familias mexicanas conserven la sangre de cordón umbilical para la mejora de vida de quien lo requiera. Durante más de dos horas, los expertos hablaron sobre los avances en diferentes tipos de enfermedades que son tratadas actualmente y que ayudan a mejorar la calidad de vida de las familias que guardan las células madre de la sangre del cordón umbilical de su bebé.
El Doctor Luis Madero, Jefe de la Unidad de Trasplantes de la Médula Ósea del Hospital Infantil Niño de Jesús en Madrid, España, comentó que es prescindible que los ginecólogos deben conocer la importancia del cordón umbilical en sus diferentes tipos de trasplantes. Por ejemplo, los pacientes que reciben trasplantes de sus hermanos para tratar la leucemia y otras enfermedades hematológicas han demostrado los mayores índices de sobrevivencia comparado con otros tipos de trasplante de células madre. Afirmó que, en la actualidad, hay muchos estudios clínicos que se realizan en todo el mundo; por ello, invitó a la población a informarse acerca de este procedimiento, ya que con el desconocimiento se toman decisiones erróneas acerca de almacenar sangre de cordón umbilical. Asimismo, añadió que España es uno de los países con más unidades per capita guardadas en bancos de sangre umbilical públicos y privados, con 60 mil muestras solamente en los bancos públicos, y que espera que en países latinoamericanos como México se llegue a tener un mayor conocimiento por parte de los padres para guardar las células madre del cordón umbilical de los recién nacidos.
Los especialistas coincidieron en la importancia de que, en México, se acrediten los bancos donde preservan las células madre para garantizar estándares que cumplan con normativas internacionales.
¿Cómo se guarda la sangre del cordón umbilical de un bebé?
El procedimiento para la preservación de la terapia celular obtenida de las células madre de la sangre del córdón umbilical es muy sencilla e indolora para la mamá y el bebé. Antes del nacimiento, los padres que optan por guardar este material reciben en sus casas un kit de preservación y las instrucciones para que el médico recolecte la mayor parte del material en un sistema de preservación. En el nacimiento y momentos antes de cortar el cordón umbilical, el médico recolecta esta sangre llena de células madre y, posteriormente, se envían a los bancos acreditados para el cuidado y criopreservación del material sanguíneo.
Los especialistas en criopreservación realizan estudios a la sangre y por medio de diversos procedimientos separan las células madre que son las que se cultivan y preservan. Cuando un familiar -o el propio bebé- requiere un trasplante para tratar algún padecimiento que puede mejorar con esta terapia, los bancos como BCU envían el material al hospital o con el especialista que puede hacer el transplante. Las células madre trasplantadas tienen la capacidad e información genética para reparar los tejidos dañados y, de esta forma, salvar la vida del enfermo.