Siempre consideramos al embarazo como una etapa de romanticismo y realización personal sin tomar en cuenta el compromiso no sólo en mantener un estado óptimo de salud de la madre, sino de manera integral, tal preocupación debe estar fuertemente asociada y dirigida al hijo que se está gestando.
A continuación, le mencionaré sólo algunos cambios que se presentan durante el embarazo, cuyo objetivo final es el garantizar un aporte suficiente de nutrientes para el consumo inmediato y de reserva para la lactancia, aunque dichos cambios suelen presentar algunos efectos desagradables por efecto de cambios hormonales, metabólicos, etc:
* Alteraciones gastrointestinales: retraso en el vaciamiento gástrico, estreñimiento, reflujo gastroesofágico, pirosis (agruras).
* Alteraciones renales: aumento de la filtración glomerular, aumento en la filtración de sodio y de la demanda sanguínea.
* Adaptaciones cardiovasculares: aumento en el flujo sanguíneo al útero, aumento en la frecuencia y gasto cardiaco.
* Adaptaciones pulmonares: elevación del diafragma, aumentos en la frecuencia respiratoria, ventilación y consumo de oxígeno.
Difícilmente he logrado conocer personas que realmente se preocupen por prepararse previamente al embarazo. Si usted pretende embarazarse debe tomar en cuenta los siguientes puntos y recomendaciones para evitar presentar embarazos de alto riesgo que pongan en peligro la vida de la madre y del bebé.
1.- Edad: no es muy recomendable el embarazo en mujeres jóvenes como tampoco lo es en personas añosas porque se han encontrado frecuentemente alteraciones en malformaciones o presencia de abortos o partos prematuros.
2.- Embarazos previos: se deben considerar número de embarazos, abortos previos y la causa de los mismos.
3.- Enfermedades preexistentes: se debe tener estrecha vigilancia en enfermedades sobretodo aquellas de transmisión sexual, convulsionantes, lupus, esclerosis múltiple, diabetes, hipertensión arterial, etc.
4.- Exámenes de laboratorio: a) citología hemática para la búsqueda de anemias.
a) Examen general y cultivo de orina, ya que la causa más frecuente de amenaza de abortos son las infecciones de las vías urinarias.
b) Tipificación del grupo sanguíneo y Rh.
c) Perfil lipídico: para cuantificar niveles de grasas en sangre.
5.- Inmunizaciones (vacunas): anti rubéola (previo a embarazarse), toxoide tetánico (puede aplicarse antes o durante el embarazo).
6.- Ingesta de medicamentos: este apartado es muy importante ya que existen muchos de ellos que pueden ocasionar malformaciones, retardo en el crecimiento y/o madurez del sistema nervioso central, o interacciones metabólicas con resultados desfavorablemente irreversibles.
7.- Suplementaciones: la recomendación que no debe faltar es hierro, calcio y ácido fólico, éste ultimo debe darse previo al embarazo y hasta la semana 20 para evitar malformaciones en el tubo neural.
Dentro de los requerimientos las proteínas pueden incrementarse de 10 a 15 gramos adicionales. El sodio no debe consumirse en exceso pero no debe consumirse menos de dos gramos al día.
Las vitaminas y minerales es importante que no se auto-recete suplementos o complementos alimenticios, ya que existen vitaminas como la A que a dosis no recomendadas puede tener consecuencias fatales en el desarrollo del bebé como las malformaciones cráneo-faciales, cardiacos, etc.
8.- Valoración del estado nutricional: este apartado debe ser considerado como un pilar fundamental para lograr un desarrollo óptimo del curso del embarazo y de forma muy importante prevenir complicaciones posteriores en la infancia y la etapa adulta como trastornos en el aprendizaje.
La valoración nutricional nos permite identificar oportunamente deficiencias o excesos tales como desnutrición, peso bajo, y más frecuentemente obesidad.
Si dividimos el embarazo en dos etapas, dentro de la primera etapa (fase anabólica) se reúnen ciertas características metabólicas en la cual el organismo utiliza como mayor sustrato el nutriente la glucosa y la grasa tiende a acumularse como reserva para el final del embarazo preparándose a la lactancia. En la segunda mitad del embarazo (fase catabólica) los depósitos de grasa suelen ser más movilizados.
En términos prácticos la importancia de la nutrición durante el embarazo en cada fase del mismo, es por que frecuentemente hay pacientes que pueden llegar a desarrollar enfermedades tales como diabetes (gestacional) y/o hipertensión arterial que en los casos más graves cuando se acompaña de convulsiones (eclampsia) llegan a tener consecuencias más desfavorables con sufrimientos fetales. Por ello, es muy importante que tenga un monitoreo nutricional antes, durante y después del embarazo.
Cuyo objetivo final es el garantizar un aporte suficiente de nutrientes para el consumo inmediato y de reserva para la lactancia.
Nauseas y vómitos:
Este problema es frecuente sobre todo durante el primer trimestre del embarazo y en algunas ocasiones al final y suele desaparecer tan espontáneamente como apareció.
Este problema suele acompañarse de un déficit agudo de proteínas y carbohidratos, al igual que de vitaminas, minerales y algunos electrolitos sobre todo sodio y potasio.
En ocasiones puede llegar a un grado de hospitalización para reponer los líquidos perdidos mediante venoclisis o la colocación de sonda gástrica para aplicar un programa de nutrición enteral.
Para evitar llegar a estos extremos es recomendable:
1.- Comer de cuatro a seis veces al día en pocas cantidades cubriendo los requerimientos necesarios.
Los alimentos irritantes como: chile, refresco, chocolates, alimentos condimentados, pueden ocasionar de manera indirecta nauseas y vómito, ya que suelen irritar el sistema digestivo aumentando la pirosis y consecuentemente nauseas y vómito.
2.- Los líquidos deberán ingerirse entre comidas.
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