Linfoma, un desconocido que ataca al sistema inmune

México D. F.- Más común de lo que se cree, pero profundamente desconocido, el cáncer linfático constituye un serio problema de salud pública, ya que cada año causa la muerte de alrededor de 200 mil personas en el mundo. Se calcula, además, que existen más de un millón de personas viviendo con la enfermedad y cada año se diagnostican unos 360 mil nuevos casos.


 


Ante este panorama, iniciativas como la celebración del Día Mundial contra el Linfoma, que se celebra cada 15 de septiembre, se vuelven de trascendental importancia, pues sirven para difundir información sobre el padecimiento y hacer saber a quienes lo padecen que no están solos en su lucha. La edición 2007 tendrá como tema el diagnóstico oportuno y el tratamiento  integral del linfoma.


 


En México, esta conmemoración es impulsada por la Fundación Nacional de Pacientes con Linfoma No Hodgkin (FUNALINH), que durante todo el presente mes organizará una serie de eventos alusivos.


 


¿Qué es el sistema linfático?


 


El sistema linfático incluye una extensa red de vasos y ganglios, además de tejido linfoide en el bazo, tracto gastrointestinal, amígdalas y adenoides. Los vasos linfáticos transportan linfa, líquido excesivo de los tejidos corporales que además contiene proteínas, células inmunes y productos de desecho.


 


A medida que la linfa pasa por los ganglios linfáticos y el bazo, se filtran las células sanguíneas viejas, los organismos que pueden ocasionar enfermedades y las sustancias extrañas. Luego la linfa se regresa al sistema circulatorio por medio del conducto linfático derecho y el conducto torácico.


 


¿Qué es el linfoma?


 


El linfoma es un cáncer que se origina en el tejido linfoide cuando los linfocitos (un tipo de célula inmunológica) se hacen malignos y se multiplican, dejando poco espacio para las células normales. Los linfomas se clasifican ya sea como enfermedad de Hodgkin o linfoma no Hodgkin. Una manera en que se distinguen los dos tipos de linfoma es viendo las células enfermas bajo un microscopio. Las células anormales encontradas en la enfermedad de Hodgkin (células Reed-Sternberg) son distintas de las que se encuentran en el tejido del linfoma no Hodgkin.


 


La variante más común en México es el linfoma no Hodgkin y se estima que durante el 2007 más de siete mil personas serán diagnosticadas con esta enfermedad.  Según los especialistas, en el 40 por ciento de los pacientes con linfoma no Hodgkin, la enfermedad se presenta de forma agresiva y, de no tratarse a tiempo, podría ser fatal para el paciente en un lapso de seis meses.


 


El tratamiento de estos pacientes implica el uso de la %u201Cinmunoquimioterapia%u201D, que incluye medicamentos usados en la quimioterapia convencional, pero también anticuerpos como el rituximab. En algunos casos, se puede usar la radioinmunoterapia, lo cual implica unir una sustancia radioactiva con un anticuerpo que ayuda al sistema inmunitario a combatir la infección, e inyectar la sustancia dentro del cuerpo. En casos especiales, se puede necesitar el trasplante de médula ósea.


 


Las causas del linfoma son desconocidas en la mayoría de los casos, sin embargo, se puede desarrollar en personas con sistemas inmunitarios debilitados; por ejemplo, después de un trasplante de órganos.


 


Los linfomas no Hodgkin se agrupan o clasifican en grado bajo, intermedio o alto, de acuerdo con la rapidez con la cual se diseminen. Existen muchos tipos diferentes de estos linfomas.


 


La mayoría de las veces, este cáncer afecta a los adultos; sin embargo, los niños pueden desarrollar algunas formas. Los grupos de alto riesgo abarcan aquellos que han recibido trasplante de órganos o que tienen un sistema inmunitario debilitado (inmunodepresión). Este cáncer es más común en hombres que en mujeres.


 


El linfoma no Hodgkin puede causar diversos síntomas, los cuales dependen del área del cuerpo afectada; pueden contarse los siguientes:


 



  • Inflamación de los ganglios linfáticos en el cuello, las axilas, la ingle u otras áreas (puede ocurrir como protuberancia axilar)
  • Fiebre
  • Sudoración excesiva, con sudores nocturnos
  • Pérdida de peso involuntaria
  • Picazón severa


También puede haber tos o dificultad para respirar si el cáncer afecta el timo o los ganglios linfáticos en el pecho, lo cual ejerce presión sobre la tráquea.


 


Algunos pacientes pueden presentar hinchazón o dolor de estómago, lo que puede llevar a falta de apetito, estreñimiento, náuseas y vómitos. Si el cáncer afecta las células en el cerebro, la persona puede presentar dolores de cabeza, problemas de concentración, cambios de personalidad o convulsiones.

Acerca Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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