El poder del brócoli contra el cáncer

La palabra «Cáncer»  designa un amplio grupo de padecimientos, que pueden afectar a cualquier parte del organismo. Una de sus características principales es la multiplicación rápida de células anormales que invaden tejidos aledaños y pueden invadir otros órganos, proceso conocido como metástasis. La metástasis es la causa principal de muerte por cáncer.

Siete de los doce millones de casos anuales de cáncer ocurren en los países del primer mundo. Sin embargo, la enfermedad también afecta cada vez más a los países en desarrollo, donde la infraestructura sanitaria carece de capacidad para enfrentarse al problema.

El cáncer es fácil de prevenir, pero difícil de curar. Fue prácticamente descocido para las sociedades preindustriales, hoy en día es una de las principales causas de muerte a nivel mundial.

La mayor parte de los factores de riesgo del cáncer pueden evitarse, y otros más pueden neutralizarse:

-La predisposición genética escapa a nuestra voluntad.

-El abuso del consumo de alcohol y tabaco, así como la falta o no de ejercicio depende totalmente de nuestra voluntad.

-La exposición a los cancerígenos medioambientales podemos modularla y/o neutralizarla según nuestros hábitos de vida y de alimentación.

En las últimas décadas se ha generado una gran masa de información sobre las posibilidades de prevención del cáncer a través de la dieta.

La Fundación Mundial Para la Investigación del Cáncer,  junto con la Asociación Americana para el Cáncer,  han señalado que del 30 al 40% del total de los cánceres  a nivel mundial podrían prevenirse, con base en una nutrición y alimentación  adecuadas.

Como ya lo he señalado, las crucíferas destacan dentro del consumo humano de vegetales como poderosas aliadas en la prevención del cáncer..

Así, por ejemplo,  un artículo  publicado en 1999 revisó la literatura sobre los datos epidemiológicos acerca de los efectos protectores contra el cáncer del consumo de crucíferas, incluyendo la col, la coliflor, el brócoli, la acelga, y la col de brúcelas.

Después de considerar los datos de seis estudios epidemiológicos, y setenta y cuatro estudios con casos de control, los autores del estudio señalaron que:

Los 6 estudios epidemiológicos demuestran una asociación entre el consumo de vegetales crucíferos y una disminución del riesgo de sufrir todos los cánceres en su conjunto.

En los estudios con casos de control se observó , en promedio, una reducción del 64% del riesgo de sufrir diversos tipos de cáncer.

El estudio concluye señalando que el consumo elevado de crucíferas se asocia con un riesgo disminuido de sufrir cáncer.

Dicha asociación es más sólida para el cáncer de pulmón, de estómago, de colon y de recto y es menos consistente para el cáncer de próstata, de endometrio y de ovario.

Es importante señalar que la mayor parte de dicha información ha sido generada en torno al sulforafano, un compuesto derivado de los glucosinolatos del Brócoli.

Los isotiocianatos provenientes de las crucíferas, contribuyen a prevenir y/o retrasar el proceso de la aparición del cáncer. La investigación ha demostrado que estos compuestos actúan en varios niveles. Para comprenderlo mejor es necesario describir someramente las fases del cáncer.

El Sulforafano, presente en nuestra dieta gracias al brócoli,  ha sido reconocido  como un agente quimio protector contra el cáncer. Su papel en esta área se ha demostrado sobretodo en numerosos estudios con animales, y con tejidos animales y humanos en tubos de ensayo.  

Estos estudios han abordado diversos tipos de cánceres, a saber : de próstata, de colon , de mama, de hígado, de la vejiga, de huesos, de páncreas, de piel, la leucemia y otros. Los resultados obtenidos han sido en general positivos.

A esta abundante acumulación de datos al respecto, se le suma el hecho destacado de que el sulforafano, según vimos, tiene la capacidad de actuar en contra del cáncer en sus diferentes etapas; algo insólito, pues conforme le cáncer se desarrolla deben también cambiar en conformidad las estrategias para combatirlo.

De echo, uno de los grandes desafíos de la investigación moderna en el tratamiento del cáncer surge del echo de que en cada etapa de la enfermedad se presentan dificultades particulares para poder combatirlo.

De suerte que la existencia de una sola sustancia que tenga la habilidad de promover diferentes mecanismos de combate contra el cáncer, que actúan con eficacia en las diferentes etapas de la enfermedad, es algo sumamente prometedor en la lucha contra el cáncer.

Es necesario señalar que, aún cuando son numerosos los estudios con animales que demuestran la eficacia del SF para prevenir y/o combatir el cáncer en sus diferentes etapas, así como también los estudios con tejidos humanos en tubos de ensayo,  sin embargo se han realizado pocos estudios sobre este tema en humanos. Digamos también que existen varios isotiocianatos y compuestos de las crucíferas que poseen características químicas similares y muestran propiedades y capacidades anticancerígenas semejantes a las del al Sulforafano. Mencionemos , por ejemplo: el indol 3 carbinol, el gluconasturtín y el glucoerucinel glucoiberin.

 

Acerca Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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