El cáncer de colon se presenta con la reproducción de células cancerosas o malignas en los tejidos de colon (intestino grueso), abarcando parte del recto y el esfínter anal.
Esta enfermedad es el segundo tipo de neoplasia maligna más frecuente del tubo digestivo %u2013 sólo después del gástrico-, de acuerdo al Registro Histopatológico de Neoplasias Malignas de la Secretaría de Salud.
En este tipo de cáncer se puede dar por herencia familiar, ya que se transmite por un gen (cadena DNA), e inclusive se puede detectar antes de que la enfermedad se desarrolle en las personas y así se pueda tratarla de manera prematura.
El consumir alimentos ricos en fibra y bajos en grasas ayuda a bajar la posibilidad de padecer el cáncer de colon.
Los síntomas más frecuentes son diarrea, vómito, sensación de tener el vientre lleno, estreñimiento, dolor o molestia abdominal pérdida de peso o apetito sin razón aparente, cansancio constante y el más común para detectarlo es el sangrado o cambios de inconsistencia en las heces; pueden ser de color rojo intenso, marrón o negro carbón, dependiendo de la ubicación del tumor.
Si el sangrado continúa por un periodo largo, el paciente puede presentar un cuadro de anemia, mareos y cansancio constante.
Las personas que tienen un porcentaje alto a padecerlo son los que consumen drogas, tabaco, tiene antecedentes de cáncer en la familia o quienes se encuentran expuestos a químicos e infecciones frecuentes.
Es importante acudir con el doctor a los primeros indicios de la enfermedad, pues evoluciona en un lapso de siente años, convirtiéndose en una condición del intestino grueso que amenaza la vida del que la padece.
Según el Instituto de Cancerología, más de la mitad de las personas que acuden al mismo, se encuentran en etapas avanzadas de la enfermedad, esto es provocado porque el diagnóstico inicial se puede confundir con úlceras, amibiasis, colitis y hemorroides, agravando la situación de la persona y mermando la calidad de vida del mismo.
Los estudios para diagnosticarlo de manera eficaz es el tacto rectal, la rectocospia y colonoscopia, además de realizar un examen de sangre para detectar el antígeno carcioembrionario (CEA), se eleva en la sangre en este tipo de cáncer.
Se tienen cinco etapas para clasificar el avance de la enfermedad. El primero es la etapa 0 (carcinoma in situ), presenta las células cancerosas sólo en tejidos superficiales del colon, etapa I o cáncer de colon Dukaes A, presenta las células fuera de la pared interna del colon en la segunda y tercera de la misma, sin dañar la parte externa.
A partir de la etapa II o cáncer de colon Dukaes B, las células se encuentran diseminadas fuera del colon, en los tejidos vecinos, avanzando en la III comienza a tocar los ganglios linfáticos, progresando en la IV a invadir por fin a diversos órganos del cuerpo.
En ocasiones después de haber recibido tratamiento puede reaparecer en los pulmones, hígado u otra parte del cuerpo, los doctores le llaman a esta etapa recurrente.
Existen tres tratamientos para el cáncer de colon, la primera es la radioterapia, la segunda es la quimioterapia y por último la cirugía.
Las fases I y II se pueden tratar con cirugía y quimioterapia, permitiendo a los pacientes tengan una esperanza de vida de cinco a 10 años con buena calidad de vida.
Sin embargo, cuando una persona se encuentra en la fase cuatro o avanzada los enfermos tienen una proyección de vida de cinco años, debido a que las células ya se extendieron a otros órganos vitales del cuerpo.
Por tanto, es de suma importancia asistir con el médico de cabecera a un chequeo general para descartar cualquier indicio, en cuyo caso que se detectará poder tratarlo a tiempo y así evitar complicaciones futuras.